El café es el segundo bien más comercializado en el mundo después del petroleo (sin tomar en cuenta productos ilícitos); así me lo hizo saber un cafetalero mexicano. Y como no habría de serlo, siendo éste un producto tan querido y respetado por todos los mortales de este mundo. Según sea la región del planeta a la que vayas, variará la manera característica de los locales de consumirlo. Y es precisamente de una de estas variedades de lo que hablaré en esta ocasión.
Estas en alguna región de Italia, eres amante del café y de lo dulce, un caffe marocchino, es para tí mi recomendación.
Milano fue mi fascinante escenario, una pequeña cafetería en el centro de la ciudad mi ubicación exacta. ¿Y en qué consiste dicho manjar? Pues en nada más y nada menos que una carga de café (expresso), una capa de espuma de leche y cocoa en polvo, en este lugar en específico decidieron agregarle un poco de panna o crema batida, lo cual le añade un delicioso toque cremoso a la bebida. Siempre un poco de azúcar mejorará su sabor, restándole un poco ese amargor característico a la bebida.
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